Kerling Figueroa, la venezolana con el reto más alto

9:21 | ,





10 ene, Wilnelson Pérez (SU). -Kerling Figueroa creció entre montañas, en el valle caraqueño, se crió con una conducta de esfuerzo atlético femenino admirable, con una disciplina y constancia sublime, con una meta fija siempre; alcanzar la cúspide de cada morrito, cada cerro, cada montaña, cada pico en el camino. Conducta que ha dejado como resultado que hoy sea la montañista y escaladora en roca con mayor perfil en Venezuela, a nivel de estar persiguiendo el “Reto 7 Cumbres” siendo así la única mujer en emprender tal meta en nuestro país, desafío que consiste en subir las montañas más altas de cada continente.

La ruta comenzó en el Kilimanjaro, el monte más alto del continente africano. Para este 2013, en febrero, Kerling espera alcanzar la cima del Aconcagua (Argentina) en Latinoamérica, posteriormente el Mckinley (Estados Unidos) para mediados de este mismo año. Luego se extendería el proyecto durante 4 años buscando lo más alto del continente europeo (Elbrus- Rusia), en Asia (Everest- Nepal), en Antártida ( Vinson-Antártida), y finalmente en 2018 cuando logre pisar lo más alto de Oceanía (Pirámide de Cartenz- Indonesia), culminaría con una hazaña épica el “Reto 7 Cumbres”.

Kerling, con 23 años como atleta profesional, ya lleva gran parte de ese recorrido.

“Hago deportes desde los 9 años, siempre fui una atleta, jugué todas las disciplinas en el liceo de formación deportiva Hernán Villalobos, representé a Venezuela en atletismo, baloncesto y tenis de mesa, pero con el pasar de los años me llené de ambición y quise trabajar al aire libre atléticamente, además de hacerlo de forma individual. Después de años de subir montañas me di cuenta que podía hacerlo profesionalmente, comencé a ponerme metas y más metas, y pienso que querer alcanzarlas es lo que me ha mantenido en constancia”.

“La montaña para mí es un estilo de vida, la experiencia en el Kilimanjaro es de las más gratas que he tenido, comenzando con la trayectoria; estás sobre 40 grados centígrados en tierra firme y debes subir a casi 6.000 metros (5.895) para pasar a una temperatura de 15 bajo cero, hay que mantener una concentración mental bárbara. Por otro lado, experimentas una cultura muy distinta a la nuestra, fui a distintas tribus, estuve a metros de leones, de animales salvajes, tuve la dicha de compartir y conocer a los Guerreros Masai, es una experiencia magnífica porque también la gente es muy humilde y su hospitalidad es admirable”.¿Cuál ha sido la experiencia más emotiva, tanto positiva como negativa, en tu trayecto como montañista?

-La negativa debió ser en Chimborazo (Ecuador), cuando solo faltaban 100 metros para llegar al pico (6.310 metros) y tuve que devolverme; en tiempo sería poco más de una hora lo que me restaba, pero el frío me estaba matando, estaba congelada y la presión era horrible. Fue la única vez que me he devuelto sin llegar al tope. La positiva, son muchas, el Kilimanjaro me encantó, México también, tengo bonitos recuerdos en Ecuador, todos los montes venezolanos me causan alegrías especiales, y claro, el Ávilaes mi día a día así que le tengo un cariño especial.

- Entonces, ¿el clima es tu debilidad?

- Diría que sí, el esfuerzo físico lo trabajo diariamente y estoy más acostumbrada, pero las temperaturas bajo cero paralizan el cuerpo y la mente, por ejemplo, para elAconcagua y el mismo Kilimanjaro es manejable, pero el Mckinley en Estados Unidos es otra cosa, pertenece a la cordillera de Alaska y las temperaturas llegan a menos de 40 grados bajo cero durante 20 a 25 días de recorrido. Tendré que aclimatarme en esas neveras donde colocan los víveres.

-Todo eso, suponemos influye en cómo debes alimentarte antes y durante las expediciones.

-En efecto, debo ingerir muchas calorías, generalmente me voy con unos kilos de más porque suelo perder demasiado peso al terminar una larga ruta. Durante los viajes como muchas barras energéticas, barras efervescentes con electrolitos, nueces, avellanas, maníes chocolate, merengadas de carbohidratos; todo esto aumenta sanamente la energía.

-Kerling, aparte de suministros y herramientas, qúe objeto no falta en tus travesías, una prenda o amuleto?

-Cuando estuve en México me hice creyente de la Virgen de Guadalupe, llevo una estampita de ella. También tengo siempre una pulsera con impresiones tibetanas, una oración budista del Himalaya; comparto gustos religiosos budistas por el respeto y la gratitud que tienen hacia la montaña. Siempre rezo antes de subir un monte, creo que uno siempre debe aferrarse a algo y más aún en esas situaciones de riesgo porque genera fuerza interior.

- Muchas personas pasan sus tiempos de ocio al aire libre, ¿tú, estando siempre al aire libre, cómo te “liberas” de tu profesión?

-(Risas)… Suelo no escuchar música dentro de mi ejercicio físico, mucho menos en las expediciones porque me desconcentra prefiero estar siempre atenta. Así que escucho música en ratos de esparcimiento, me gusta Seal, Sting, Laura Pausini, por mecionar algunos. No me gusta el reggaetón.

- ¿Tienes algún ídolo dentro del montañismo, algún deportista que admires, una persona favorita?

-¡Uh! En el montañismo hay varios, Iván Vallejo, un ecuatoriano que consiguió el recorrido de los 14 - Ochomil, travesía que consiste en subir los 14 montes con más de 8 kilometros en altura. Ha sido el único latinoamericano en lograrlo. Y tuve una anécdota con él cuando fui al Cotopaxi en Ecuador pude conocerlo, para mí era una estrella de rock, salté de la emoción al verlo, luego incluso hablamos y me dio consejos cuando le comenté el reto que emprendería.


También en mi infancia me creía Flo- Jo (Florence Griffith Joyner, plusmarquista estadounidense que ganó 3 medallas de oro), porque mis retos eran correr y correr en aquel momento.

-¿Cómo ves el montañismo aquí en Venezuela, qué le recomiendas a quienes se desean iniciar en esta actividad?

-En Venezuela hay demasiados espacios para practicar tanto el montañismo como la escalada, me gusta mucho en Monagas Las Puertas de Miraflores, está el Pico Bolívar, el Auyantepuy, Roraima. Sin embargo también existe la escalada clandestina porque está prohibido escalar ciertos tepúes y hay quienes evaden estas normas por aventura. Aunque aquí, como actividad clandestina respetan más a los garimpeiros que a los escaladores.

Creo que a los jóvenes les diría que no hay que ser una súper heroína para conseguirlo, solo hay que proponérselo. Les digo también que respeten la montaña y que crean en ellos mismos.

-Quizás es muy pronto para pensar en eso, pero ¿qué hay después de el “Reto 7 Cumbres”?

Yo espero siempre tener las mismas ganas, me gustaría correr el maratón de Nueva York, hacer los cruces de polo, conocer el Monte Cervino en Italia, tengo varios proyectos, pero de aquí al 2018 estaré concentrada en éste específico. Trabajando fuerte y agradeciendo a quienes me apoyan, a mis familiares, mis amigos, mis patrocinantes, para poner el nombre de Venezuela en alto.



-Con la aspiración de alcanzar a los únicos venezolanos en realizar la hazaña, aquel Proyecto Cumbre finalizado en 2001, liderado por Carlos Caldera acompañado de 5 amigos aficionados a la montaña. Kerling partirá hacia su segundo escollo, Aconcagua.

Deberá viajar a Argentina el 30 de enero, para así instalarse en Mendoza y el 2 de febrero comenzar la travesía en el Aconcagua. Serán 6.962 metros y un viento de temperaturas bajo cero ante una atleta venezolana con años y kilometros de recorrido, además Kerling realiza sola sus expediciones, únicamente acompañada por el respectivo guía o porteador.

Tras una hazaña histórica para el deporte en Venezuela, estaremos siguiendo los pasos hacia la cumbre de Kerling Figueroa, esperando que a finales de este 2013 pueda alcanzar gran parte del camino y deje una huella criolla más alta imposible.